Se alejan discretamente los bajos precios del petróleo Se alejan discretamente los bajos precios del petróleo

José Suárez Núñez

Los bajos precios del petróleo es para los automovilistas una noticia de felicidad y para las amas de casa estadounidenses y europeas con las fuertes nevadas, una bendición porque ha bajado el precio de la calefacción, pero para todas las empresas petroleras del mundo, es una desgracia temporal, pero al fin es una desgracia.

Otras veces han pasado y algunas peores, que los precios cayeron, como sucedió en 1986 que el barril de petróleo se vendió a 10 dólares.

Algunos expertos dan nuevas cifras ahora, pero el banco Citigroup dijo en enero, cuando el precio bajaba cada dia en picada, que a mediados del año 2015 el precio del Brent estaría a 62 dólares el barril y el WTI estadounidense, con 3 a 5 dólares por debajo y esa era una cifra razonable para que no perdieran las grandes compañías.

Explicamos, los expertos hablan de dos precios. Los de petróleo barato, que corresponde a los países productores del Medio Oriente y Venezuela que les cuesta producir un barril (entre 8 y 25 dólares) y otros No-Opep que les cuesta entre 35 a 60 dólares producir un barril, que es petróleo caro como las arenas petrolíferas de Canada, los campos del golfo de México y el campo presal de Brasil, que se perfora a 10.000 metros, donde no pueden operar los buzos y el proceso está totalmente automatizado.

Estos últimos que extraen petróleo en el mar, utilizan plataformas de perforación que cobran hasta 500.000 dólares diarios de alquiler. El personal vive en esas instalaciones y es rotado cada quince días. Con los precios a que llegó el petróleo el año pasado de 115 dólares el barril,  se podía invertir esos montos para buscar petróleo caro. Las que siguen operando es porque han firmado contratos y no pueden detener los proyectos.

Ademas, la industria petrolera hace planes para diez años y cuando tiene que dar atrás, no toma la decisión de un día para otro, sino que toma días para no dejar cabos sueltos.

Ya mucho se ha hablado que paso, pero en enero de 2014 el barril de petróleo estaba en 115 dólares y todo el mundo estaba feliz y no bajaban los precios aunque había varias guerras en acción (Libia, Irak, Siria y Ucrania). A mediados de junio se encendieron levemente las alarmas y empezaron a bajar los precios y durante las últimas navidades, habían bajado a niveles entre 30 y 35 dólares el barril, y las compañías internacionales perdieron puntos en sus acciones y se calcula que bajaron los beneficios hasta el 20 por ciento de muchas  compañías.

Todo sucedió porque Arabia Saudita y los grandes productores del golfo Pérsico, se negaron a la petición de Venezuela, Irán, Nigeria y otros países, para que la Opep recortara  la producción de 30,5 millones de barriles diarios, porque había un exceso de oferta de petróleo en el mercado de 2 millones de barriles diarios y la demanda estaba  baja y detenida.  Cuando se hace esto, el precio comienza a subir. Arabia Saudita se negó y vino el desastre.

Los sauditas hicieron el cálculo de que tendrían pérdidas de 38.800 millones de dólares y no cedieron. Rusia que produce más de 9 millones de barriles diarios, dijo que no podría recortar la producción, porque el 68 por ciento de su presupuesto procede de los hidrocarburos, y vino el desastre que dura hasta hoy.

La sobreoferta la adjudican a que Estados Unidos que en los últimos cuatro años, silenciosamente,  subió la producción de 4,1 millones de barriles diarios a 9,3 millones de barriles diarios y esos grandes volúmenes afectaron a los clientes de Arabia Saudita y los productores del Golfo.

Hay señales de que después de tres meses hacia la baja, los precios del petróleo empiezan a subir y se firman contratos donde el petróleo Brent -el de mayor transacciones en el mercado mundial- comienzan a situarse en contratos a futuro, por encima de los 60 dólares el barril.

Paralelo a esa situación la Opep habla con optimismo y la Agencia Internacional de Energía (AIE), advierte que cientos de taladros de EE.UU. han paralizado sus actividades, lo que significa que al retirarse esa producción de esquistos, los precios comienzan un lento camino de ascenso, que al menos reduce significativamente las pérdidas.

Los informes de la Opep pronostican que tendrán para el 2014 un incremento de la producción de 400.000 barriles diarios, y los países No-Opep subirán hasta 900.000 barriles diarios, lo cual compone la situación para llegar a una producción de 93,4 millones de barriles diarios en el planeta. Pero no será mañana cuando suban los precios a niveles razonables, pasarán unas semanas.

Ahora las incógnitas serán las condiciones climáticas, las imprevistas interrupciones de suministros y acciones geopolíticas. Todos los analistas y los voceros de la Opep  coinciden que este año los precios no regresarán a 100 dólares el barril. La cifra que todos los expertos manejan se sitúa entre 65 a 70 dólares el barril, y no será difícil porque la experiencia pasada hará más eficientes las operaciones, sin olvidar que los precios del petróleo tienen ciclos de abundancia y escasez, y las nuevas tecnologías pueden sorprender como sorprendieron el fracking y la perforación horizontal, pero más sofisticadas.

El petróleo de esquisto no desaparece y sólo retrocede unos pasos su producción, pero podría convertirse en el productor de equilibrio que fue  Arabia Saudita, para entrar en el mercado cuando los precios sean más atractivos. Pero los sauditas no perderán su poderío, porque son los únicos que pueden abrir o cerrar los grifos con millonarios volúmenes de producción.

No obstante, habrá más incógnitas, cuando el presidente de los Estados Unidos autorice  a sus empresas nacionalesa  vender el petróleo extraído en su territorio  en el mercado internacional. Durante la crisis de producción doméstica en los años 70, se le secaron miles de pozos y prohibió a sus empresas exportar el petróleo doméstico. Ahora con la abundancia podrán hacerlo.

Durante dos semanas consecutivas, los precios de los crudos nacionales salieron del sótano de 31 dólares el barril a los actuales 44 dólares el barril, no obstante ser el segundo trimestre del año que el menos propicio a las ventas, pero las frías temperaturas pueden cambiar las necesidades en los países del hemisferio norte.