Mitos y realidades de la insulina Mitos y realidades de la insulina

Las personas con diabetes tipo 1, deben utilizar la insulina desde el momento de su diagnóstico, debido a que la causa de la enfermedad es la destrucción de las células beta del páncreas.

El cuerpo humano produce insulina de manera natural para ayudar a convertir en energía los alimentos que se consumen. En los casos de personas con diabetes, las células beta del páncreas se deterioran progresivamente, disminuyendo la producción de la hormona y alterando la manera como el organismo la metaboliza, lo que puede hacer necesaria la administración exógena de dicha sustancia.

La endocrinóloga Daniela Wildman, aclaró que si la persona tiene diabetes tipo 1, deberá indicársele insulina desde el momento diagnóstico, debido a que la causa de la enfermedad es la destrucción de las células beta del páncreas. En estos casos el tratamiento será de por vida.

Para los pacientes con diabetes tipo 2, suele iniciarse el tratamiento con fármacos orales y a medida que la enfermedad progrese se evalúa la conveniencia de pasar a tratamiento con inyecciones de insulina, para ello hay que verificar si se trata de personas cuya carencia de la hormona les impide procesar adecuadamente los alimentos y generar energía.

“Durante las primeras aplicaciones de la terapia con insulina, los pacientes pueden notar cambios para bien pues controlan el peso y mejoran su calidad de vida, también disminuye: las infecciones debido al control glicémico, las veces que van al baño, el apetito voraz que presentan por su descompensación, mejoran el ánimo y las energías. Si la insulina es utilizada adecuadamente no causa ningún tipo de complicaciones”, explicó la especialista.

Sin alteraciones

Wildman señaló, que una persona en tratamiento con insulina puede llevar una vida normal, siempre y cuando tome las precauciones necesarias propias de su condición como: ingerir alimentos en las cantidades adecuadas, realizar monitoreo continuo de sus niveles de glicemia y constatar sus valoraciones periódicamente, entre otros.

“Cuando los pacientes entienden y aceptan su condición no se evidencian daños emocionales ni sociales, pero siempre deben asumir su estado. Al contrario, cuando no se hace uso correcto de la terapia pueden presentarse complicaciones como la cetoacidosis diabética aguda, y a largo plazo daño a órganos y sistemas como los ojos, riñones, neuropatías y daños al sistema nervioso, los cuales disminuyen la calidad de vida e incluso pueden provocar la muerte”, resaltó la endocrinóloga.

Sobre esta terapia para los pacientes con diabetes, la doctora Wildman aclaró algunos aspectos que la población suele percibir acerca de la aplicación de la insulina, entre ellos:

Se cree que la insulina es la que causa el daño en el organismo, cuando es todo lo contrario, el mal control metabólico es el que causa todos esos problemas y la insulina ayuda a compensarlos.
Un tipo de diabetes no es peor que otra, tanto la tipo 1 como la tipo 2 va a causar daño sino existe un buen control metabólico.
La alimentación debe ser balanceada acorde a sus necesidades. Es un mito que deben eliminar los carbohidratos, solo se controla la cantidad y los tipos.
En la actualidad existen fórmulas de insulina que controlan a la perfección los niveles de azúcar, por lo que el riesgo de generar hipoglicemia es muy bajo.
La aplicación de insulina causa aumento de peso, sin embargo la industria farmacéutica se ha esforzado para mejorar este punto, en algunos casos hasta se ha visto ligera reducción de peso, dependiendo del tipo de hormona que se utilice.
Fuente: ElNacional.com