La Guaira y su fábrica de novatos La Guaira y su fábrica de novatos

Apenas 15 elevados. Apenas 15 outs en el outfield. Esa era toda la experiencia que tenía Odúbel Herrera como jardinero, antes de esta temporada con los Tiburones.

 

Apenas 15 batazos por el aire y algunos hits más que recogió en su escasísima participación como guardabosques. Nada más.


Todas esas intervenciones ocurrieron este año, en las menores de los Rangers de Texas. Jamás en la LVBP con La Guaira.

 

Tal vez fue un golpe de inspiración del manager Buddy Bailey. O quizás éste le vio en doble A, donde el recluta vio acción y donde Bailey es piloto de los Cachorros. El caso es que Herrera no tenía dónde jugar con los escualos, por la sobrepoblación de infielders, y al estratega se le ocurrió enviarlo al centerfield.

 

El resto está a punto de ser historia.

 

Herrera está muy cerca de convertirse en el Novato del Año. Tiene una feroz competencia, porque han abundado los novicios en varias escuadras, pero también cuenta con un aval que impacta entre los votantes: ha sido el líder bate durante casi toda la segunda mitad del torneo.

 

Si consigue el galardón, se convertirá en el cuarto litoralense que lo obtiene de manera consecutiva.

 

El receptor Héctor Sánchez se llevó el premio en la temporada 2011-2012. El catcher Salvador Pérez lo hizo en la 2012-2013. El intermedista Carlos Sánchez se lo quedó en la 2013-2014. Y ahora se asoma este camarero devenido guardabosques.

 

Jamás ha ocurrido que un mismo equipo conquiste el Novato del Año cuatro veces al hilo. Pero sí había sucedido que un elenco lo consiguiera tres veces en fila: también los Tiburones, pero hace 30 años.

 

Aquella cuenta fue iniciada por el campocorto Gustavo Polidor, en la 1980-1981. Siguió el torpedero Argenis Salazar, en la 1981-1982. Llegó luego el segunda base Norman Carrasco, en la 1982-1983.

 

Los Cardenales repitieron la hazaña entre 1986 y 1990, con Luis Sojo, Benigno Pláceres y Robert Pérez.

 

La divisa del legendario Pedro Padrón Panza formó tantos buenos reclutas, especialmente shortstops, que en un momento llegó a usar simultáneamente a seis de ellos en un mismo juego, ubicándolos en distintas posiciones: Polidor, Salazar, Alfredo Pedrique, Carlos “Café” Martínez, Luis Salazar y Oswaldo Guillén.

 

Ellos tuvieron que repartirse por otros lugares del cuadro, alinear como designados o ir al outfield, para poder jugar. Como ahora Herrera.

 

Y gracias a esa decisión de Bailey, la factoría de La Guaira está a punto de cosechar otro Novato del Año.

 

Por Ignacio Serrano (@IGNACIOSERRANO)

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Imagen original: http://lvbp.com/images/noticias/517Herrera_Odubel_02.jpg